REFLEXOLOGÍA

¿QUÉ ES  LA REFLEXOLOGÍA PODAL?

Breve Historia.

La técnica reflexológica nos llega desde oriente. Existen documentos antiquísimos procedentes de la India, Egipto, China, Rusia, Japón, con textos e ilustraciones de manos y pies y su relción con el resto del cuerpo. Los antiguos habitantes de estos países ya eran conscientes de que entre los pies y el cuerpo existía un mecanismo que les permitía conectarse ente sí. Algunos estudiosos recopilaron y reunieron parte de este material y de aquí surgió la que se llamó en un principio "Terapia de Zonas" . Más adelante y de forma más organizada se llamó Reflexología. Años más tarde se llamó Reflexoterapia, ya que no se trata de un simple estudio de los puntos reflejos del pie, si no de practicar un tratamiento a través de éstas técnicas.

El nexo común entre aquellas antiguas doctrinas y las teorías modernas es que todos los órganos del cuerpo tienen su zona refleja en la zona plantar o dorsal del pie.
La Reflexología Podal, trata de estimular a través de presiones los puntos donde se localizan las zonas reflejas del cada una de las partes del cuerpo, para así lograr armonizar y equilibarar cualquier alteración del organismo mateniéndolo en un estado óptimo.

Por lo tanto, estamos ante una terapia sencilla e inofensiva pero al mismo tiempo increíblemente efectiva, al alcance de todos.

BENEFICIOS DE LA REFLEXOLOGÍA

A través de la Reflexología se puede establecer una relación más allá de lo físico, un intercambio emocional entre padres e hijos. Es una oportunidad para tocarse, sentirse, comunicarse mutuamente, aportando bienestar y aliviando molestias, intercambiando atención y amor, y sobre todo a sentirse atendidos por los propios padres, proporcionando así seguridad y confianza en los más pequeños.

Con cada masaje estaremos potenciando los recursos naturales del organismo del niño para combatir cualquier cosa que les ataque, reforzando así sus defensas, sin necesidad de medicar.

 

¿PUDO APLICAR LA REFLEXOLOGÍA A MI HIJO

La técnica de la Reflexología  puede aplicarse en cualquier persona, desde bebés hasta persona de avanzada edad.

La Reflexología podemos aplicarla a cualquier niño y con cualquier tipo de problema, especialmente ante los conflictos habituales que se enfrentan los niños durante su infancia (vómitos, diarreas, otitis, resfriados, etc)

Además, los niños presentan ante la reflexoterapia una respuesta inmediata y siempre positiva.